Billy Elliot: un sueño hecho realidad
- V
- 11 sept 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 29 ago 2020
Algo que me llena de alegría sobre el panorama teatral nacional son las propuestas, cada vez más arriesgadas y novedosas, que se están importando desde Broadway y el West End desde los últimos años (véase "El rey león", "Next to normal" o la más reciente "Anastasia"). Estas incorporaciones son positivas, ya que nos hacen crecer como público y aumentar nuestros referentes.
Una de ellas es "Billy Elliot" (T. Nuevo Alcalá, prod.: SomProduce), un musical que tuve la suerte de ver el pasado mes de julio y que abre nueva temporada en setiembre sobre el que voy a hablar hoy.

En éste, se narra la historia de Billy, un joven nacido en una ciudad del norte de Inglaterra en los años ochenta, durante el gobierno de Thatcher y la huelga de los mineros. Allí, los hombres boxean y el ballet es cosa de chicas. Sin embargo, la pasión de Billy es la danza y él luchará, con constancia y determinación, para que le concedan una beca en la Royal Ballet School de Londres, movilizando al escéptico de su padre y a la ciudad entera.
A partir de aquí, lo siento, pero no puedo ser imparcial. He de reconocer que fui ilusionada a verlo pero, todo y eso, supero mis expectativas con creces. Me dejó maravillada lo cuidada que estaba la producción, totalmente fiel a la original de Londres, y la profesionalidad y el saber estar de todo el elenco, desde los niños hasta los más veteranos. Entre estos últimos destacan caras conocidas como Natalia Millán ("El internado"), Carlos Hipólito ("Vis a vis") y Adrián Lastra ("Velvet"). Los tres brillan como los personajes adultos principales, quienes cuestionan y guían a Billy en su camino.
Sin embargo, los verdaderos protagonistas de esta producción son los niños. Ellos demuestran que, con pasión y trabajando en equipo, el talento no entiende de edades ni tiene límites. Por eso, mi mayor aplauso es para ellos.
Hace un tiempo leí una entrevista a Julia Gómez Cora, antigua directora de Stage Entertainment España, en la que decía que traer una producción de las características de "Billy Elliot" a este país sería algo imposible, que no habría suficiente nivel. Y con el tiempo, se ha demostrado que con trabajo, visión y un salto de fe todo es posible.
Así que, como se dice en el show " el mundo es muy triste si todo es gris, así que canta, baila, y sé feliz" y no dejéis de soñar. No dejéis de hacerlo nunca.
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