"GAMBITO DE DAMA" o la paradoja del genio
- V
- 24 nov 2020
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Tensión. Precisón. Orden. Estrategia. Revisión. Elegancia. Conflicto y siempre una conclusión. Esos podrían ser los rasogos definitorios del juego del ajedrez o de la nueva producción de Netflix "Gambito de dama", una miniserie que trata, precisamnete, sobre este juego y sobre otras muchas cosas más.

Beth Harmon es una niña huérfana que pasará gran parte de su infancia y adolescencia en el orfanato Metheun. Allí descubre el ajedrez, algo que le agudiza el ingenio, la ambición y que le dará un propósito en la vida. Pero también descubre las adicciones que, junto con los traumas personales que acarrea, le acompañarán durante el resto de su juventud.
"Gambito de dama" es una historia de contrastes; de victoria y de derrota, de caída y redención, de soledad y de amor. Y muy hábilmente ejecutada tanto a nivel artístico cono técnico. Una magnética Anya Taylor-Joy nos lleva por el viaje de Beth, un personaje intenso y de silencios que, tanto en el juego como en la vida, calibra cada paso que da teniendo en mente conseguir lo que se propone con contención e impulsividad, siempre a fuego lento pero con violencia. La acompañan un sólido conjunto de personajes secundarios que, entre muchos otros, aparecen a lo largo de su vida para hacerla evolucionar: un mentor interpretado por un magistral Bill Camp que, en tan solo dos episodios, cambia la vida de la protagonista por completo, una madre adoptiva (Marielle Heller) que, dentro de sus carencias, se convierte en su mayor soporte y un rival y compañero (Thomas Brodie-Sangster) que, dentro de su narcisismo, imprime seguridad.
El universo creado, con un diseño de producción muy cuidado, también hace que los actores se muevan con fluidez y credibilidad por esos Estados Unidos de los años 60. Fotografía, vestuario y localizaciones seconvierten en más que componentes estéticos, cobrando vida como si de otros personajes de la historia se tratase.
Mijaíl Botvínnik dijo “el ajedrez es arte y cálculo”, Como también lo es esta miniserie, en la que la razón se enfrenta al delirio y la competición es hermosa.
Victoria Palau.
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