"El chisme" o la voz de la conciencia
- V
- 25 jun 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 26 jun 2021
Resulta cómodo decir que los objetivos se alcanzan de forma conciliadora, que esa actitud es siempre la acertada. Vivimos creyendo que esa es la única postura posible, que no tenemos otra elección y criticamos a quienes optan por la discrepancia, por muy bien argumentada y respetuosa que esta sea. Hacemos eso hasta que, un día, sucede algo que hace que esa necesidad de complacencia entre en conflicto con nuestros principios, esos que existen en nuestro interior y que nos cuesta ver con objetividad cuando se trata de los demás. Porque los cambios y el progreso se dan desde el conflicto y no desde el conformismo.
Sobre este tema trata la novela corta "El chisme" escrita por Risto Mejide y publicada en 2021. La premisa de la que parte es la de un conjunto de personajes que, efectivamente, se encuentran en la encrucijada de elegir entre aquello que les proporciona una satisfacción immediata frente a lo que consideran moralmente correcto. Ese motivo se representa en unos temas que se repiten a lo largo de la historia.
El principal de ellos es la inteligencia artificial. Esta aparece de forma constante para lanzar la principal reflexión del libro: el afán de progreso y de traspasar los límites de lo conocido es algo natural en el ser humano, tan sólo basta conocer algunas de las invenciones tecnológicas que se han llevado a cabo a lo largo de la historia. No obstante, el problema se encuentra cuando esas invenciones eliminan los rasgos más genuinos de nuestra naturaleza: nuestras limitaciones, aquellas que piden paciencia para ser perfeccionadas.
Este leitmotiv también se utiliza para introducir otro tema más secundario: la fama. En la trama, esta se presenta como algo que proporciona placeres inmediatos: bienes materiales y adulación. Sin embargo, también se muestran esas recompensas como compensaciones insustanciales y efímeras, puesto que la fama, en realidad, es una ficción en la que se idolatra a una persona en base a una imagen que se tiene sobre esta y no sobre como es en realidad, lo cual no permite forjar conexiones trascendentales. Por lo tanto, se presenta la duda de si vale más la pena conservar ese mito para no perder un placer facilmente alcanzable frente a la elección de una vida anónima pero con relaciones más profundas.
Pero esta dicotomía no siempre se presenta desde una óptica cínica, sino que también desde una perspectiva esperanzadora. Eso se ve en la reflexión sobre el consumo de entretenimiento, cuando se plantea porqué el contenido denso y tedioso de ver está más socialmente aceptado que aquel que resulta liviano y entretenido. Eso puede llevar a la siguiente pregunta: ¿No será que vivimos en una cultura que glorifica el sufrimiento y que subestima la diversión?. Entonces, si queremos que el público consuma un contenido más erudito, tal vez la solución sería hacerlo más ameno y accesible, a no ser que la finalidad de presentar el conocimiento de forma elitista sea precisamente esa, la de restingir su acceso a una parte delimitada de la población.
A nivel estructural, ha sido un acierto numerar la novela de la forma singular en la que se ha hecho, puesto que ello guarda relación con el orden en el que van teniendo lugar los acontecimientos y detalles de la trama que, cuando se desvelan, aportan nuevas perspectivas a los hechos. A nivel estilístico, se podría objetar que hay un uso innecesario de reflexiones inconexas por parte del protagonista que no hacen avanzar al argumento. Sin embargo, en esta historia, estas contribuyen a darle credibilidad a la narración en primera persona; puesto que, sin ese recurso, esta solo habría funcionado de forma efectivista, para dar información al lector sin mostrar las contradicciones ni la línea de pensamiento del narrador protagonista.
Son las historias transversales como esta las que unen entretenimiento y reflexión. Las que combinan formatos, puntos de vista y distintas motivaciones para construir la narración de un tema. Y que, al final, permiten conocer otras conciencias.
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